martes, 7 de marzo de 2017

CÁTEDRA DE PRÁCTICAS EN PAREJAS DE TAI CHI

El orbe del Taijiquan tiene dos hemisferios. El primero es el del estudio de los motivos del arte, que giran en torno al Jibengong o trabajo sobre rudimentos (posturas, enlaces, caminatas, secuencias, etc.) y los taolu o formas propiamente dichas, que no son otra cosa sino secuencias de motivos o técnicas enlazadas de diversos modos.

El segundo hemisferio (no  en importancia, por supuesto) son los estudios en parejas: Tui Shou o Empuje de Manos, Duilian o formas en pareja, aplicaciones, Suai Jiao de Tai Chi o lucha de Taijiquan, y otras formas de trabajo en parejas, hasta llegar a las propuestas coreográficas, que ya incluyen grupos completos.

Nei Wai-Jia Venezuela ha decidido abrir la Cátedra de Empuje de Manos como una forma de profundizar en el estudio de esta forma de trabajo en parejas, esencial para la comprensión del arte marcial del Taijiquan, pero también de su cultivo energético, al punto que el maestro Yang Jwing Ming declara que el Empuje de Manos es un verdadero Qigong entre dos personas.

Cada uno de los estilos de Taijiquan estudiados en Nei Wai-Jia Venezuela (Chen, Yang y Sun), tiene su trabajo de Empuje de Manos y de sus equivalentes con armas, que difieren apenas en detalles secundarios en cuanto a técnica, si bien se diferencian más desde el punto de vista de las concepciones del combate que cada estilo cultiva. Pero la idea de la Cátedra de Empuje de Manos es profundizar en esta modalidad del arte, más allá de lo que se puede hacer en sus respectivas horas de clase, donde los alumnos tienen que estudiar los esquemas o formas, el jibengong, el Qigong del estilo, aplicaciones, armas, etc.


CÁTEDRA DE EMPUJE DE MANOS (TUI  SHOU)
Profesor:

  • Hernani Jiménez

Horario:

  • Sábados de 11:30 AM a 12.30 PM
Costo: 

  • Gratuito para alumnos inscritos en la Cátedra de Sun.
  • 75.000 Bs. Alumnos de Nei Waijia Venezuela.
  • 150.000 Bs. Alumnos nuevos
Más información:

___________

CÁTEDRA DE EMPUJE DE MANOS (TUI SHOU) DE NEI WAI-JIA VENEZUELA

“Mucha gente piensa que el tui shou es un entrenamiento
marcial y se equivocan. El tui shou es intercambiar energía con tu
contrario. […] En última instancia el tui shou es un qigong de
nivel superior, porque intercambiamos nuestro qi con
el de otra persona, con la naturaleza. Y también favorece la salud.
Gran Maestro Yang Jwing Ming
“El compromiso de la divulgación”
Entrevista a Yang Jwing Ming por Teresa Rodríguez
Revista Tai Chi Chuan No. 4. Verano 2005.

“Con el empuje de manos es posible mejorar
la práctica de la forma y comprobar si la fuerza
que estamos aplicando es la adecuada y si las posturas son correctas o no.
Así, el tuishou nos ayuda a desarrollar suavidad
y relajación, fuerza interna, destreza y sensibilidad ante los ataques.
Por eso la forma y el tuishou son actividades
totalmente complementarias y deben entrenarse de manera conjunta.”
Wang Fengming
“Las fuerzas del Taijiquan. De la forma al empuje de manos”
Revista Tai Chi Chuan. No. 8. Verano 2008.

La organización Nei Wai-Jia Venezuela va a abrir el venidero primer sábado del mes de mayo la Cátedra de Empuje de Manos, campo privilegiado de estudio en parejas de las Trece Estrategias del Taijiquan y de los imprescindibles jin (capacidades sensibles y poder de carga de qi), práctica también conocida como técnica de “manos pegajosas”, tui shou (en chino pinyin) y pushing hands (en inglés).

En términos sencillos, el empuje de manos consiste en una serie de ejercitaciones que se realizan en pareja, en contacto constante y donde se practican los principios básicos del arte. Entender y escuchar al compañero, y sopesar hasta que punto uno puede moverse relajadamente y con armonía integral, distinguiendo “lleno” de “vació”, y sin perder el equilibrio, son los tesoros que el empuje de manos entrega a sus cultores.

El Tao del Taijiquan implica dos orbes complementarios, dos grandes campos de prácticas. El primero de éstos es el de las ejercitaciones que se hacen en solitario, y que sirven para armonizar nuestro ser integral o microcosmos, como lo son las formas (taolu), el Qigong de Tai Chi, el jibengong (ejercitación sobre los fundamentos), la meditación asociada a la práctica marcial, el Zhan Zhuang (Qigong de posturas estáticas), los automasajes, etc.

El segundo campo de prácticas lo conforman las ejercitaciones en parejas y grupo, la busca de la armonía dinámica con otro y otros -con lo Otro-, como paso necesario para encontrar la armonía con el macrocosmos, lo que Gastón Bachelard llama la cosmicidad. Este orbe de prácticas lo conforman el empuje de manos, ejercicios de conducción, ejercitaciones de raíces y centramiento, práctica de aplicaciones, Duilian o forma en parejas, Suai Jiao de Taijiquan (lucha Tai Chi), la práctica de la forma en grupos y los trabajos coreográficos propiamente dichos, además de las vertientes de combate deportivo de prácticas como el empuje de manos, el centramiento y las ejercitaciones de raíces.

En Occidente, ambos orbes se presentan como la cara visible y la cara oculta de la luna*, si concebimos al satélite terrestre como una metáfora del Taijitu del Tai Chi. En nuestro hemisferio, hacer Tai Chi es básicamente aprender formas o estructuras (taolu), cultivo en torno al cual giran ejercitaciones consideradas como complementarias, como pudieran ser el jibengong o el qigong de Tai Chi. En cambio, las prácticas en parejas y grupos –excepción hecha de la interpretación grupal de los esquemas-, es muy poco conocida y el tiempo que se dedica a su aprendizaje y dominio es, globalmente hablando, verdaderamente deleznable.

Taijitu

Esta diferencia entre los dos orbes del Tai Chi ya señalados, también establece una distinción apreciable en la manera como occidentales y orientales (especialmente los chinos) entienden y viven el arte, y por tanto, desarrollan cultura a partir de estas prácticas. Si dos occidentales se conocen y descubren que ambos practican Taijiquan, lo primero que harán es interpretar para el otro la forma que se ha aprendido. Cuando los dos han ejecutado sus respectivas rutinas -y dando por hecho que ambas difieren, entonces vendrán los comentarios sobre los respectivos estilos o variantes, sobre los maestros de cada quien, sobre la gracia o belleza de las formas ejecutadas y de las interpretaciones realizadas, etc. Para nosotros, play the Tai Chi –como se dice en inglés “interpretar” el arte (“jugar”)-, es básicamente hacer el taolu (forma, esquema o rutina), un “juego” en solitario (boxeo de sombras) donde el otro sólo participa, primordialmente, como observador de cualidades externas.**

En cambio, cuando los chinos saben que la persona que acaban de conocer también practica Tai Chi, le dicen lo que sería el equivalente a play the Tai Chi, pero que se interpreta inequívocamente como “vamos a hacer empuje de manos para ver cómo está tu cultivo del Dan Tien, tu centro, armonía interior, enraizamiento, equilibrio dinámico, balance, serenidad…”, etc. En este caso se trata de un juego entre dos (dos que hacen Tao: una unidad de complementarios) donde cada uno va apreciar el grado de cultivo de una serie de cualidades interiores en el otro y en sí mismo a través de una ejercitación dinámica de contacto constante, cuya repetición los zambulle de a poco, pero con seguridad, en las profundidades del arte.

“Según la teoría del Taijiquan se dice que en el tuishou ejercitamos el conocimiento propio y el del contrario. Se compara el empuje de manos con una regla de medir o con un espejo. Así, practicar las fuerzas del Taijiquan durante el tuishou es la única forma de medir y comprobar hasta dónde ha llegado nuestro nivel marcial.” (“Las fuerzas del Taijiquan. De la forma al empuje de manos”. Wang Fengming).

Estas maneras diferentes de cultivar y compartir el arte también determinan dos maneras distintas de hacer cultura en torno al Taijiquan. Mientras los occidentales -como los ya descritos, en la mayoría de los casos, se apartarán del “mundanal ruido” para poder hacer las rutinas sin atraer en demasía la atención de extraños y así intercambiar tranquilamente impresiones sobre su exótico y esotérico hobby; los chinos hacen empuje de manos cuando esperan su turno para jugar al mahjong o al ajedrez chino, al encontrarse con amigos en un parque, o con un vecino en el patio. Se trata de una práctica altamente socializante y popular (no necesariamente masiva), que casi siempre culmina entre risas y exclamaciones, cuando uno de los participantes pierde el equilibrio.

En las películas occidentales, sobre todo estadounidenses, es ya un lugar común el que al aparecer un parque veamos al fondo personas haciendo formas de Tai Chi, como si el arte cinematográfico se hubiese propuesto cumplir el sueño del profesor Bill Douglas de que el Taijiquan fuese tan común y popular como el basquetbol. En cambio, las películas realizadas en China sobre el Tai Chi siempre se ocupan en algún momento de presentar el empuje de manos y su importancia dentro del arte. El mejor ejemplo de esto es la primera película del director Ang Lee -el realizador de la afamada Crouching Tiger, Hidden Dragon- la cual lleva por título Tui Shou y trata sobre un hombre mayor, quien es profesor de Taijiquan, que va a vivir con su hijo en los EEUU.

Hay que destacar que no importa mucho el estilo o la variante de Tai Chi que se practique para disponerse a hacer tui shou con cualquier otra persona. El empuje de manos, en cuanto a aspectos técnicos se trata, difiere muy poco en los grandes estilos de Taijiquan (Chen, Yang, Sun, Wu, etc.), de modo que los practicantes pueden concentrarse en los aspectos interiores del arte sin necesidad de establecer comparaciones sobre estilos, linajes, maestros y escuelas, creando un Tao con su compañero donde las cualidades internas del arte son puestas a prueba, pero también compartidas, gracias a la ejercitación en el empuje de manos.

El empuje de manos del Gongfu chino, especialmente de sus artes internas (Nei Chia), como los son el Taijiquan, el Bagua Chan y el Xingyi Quan, conforma el epicentro de la “cultura del Dan Tien” -el equivalente chino del haragei (cultura del Hara) japonés-, junto con las “artes del Dan Tien” propiamente dichas, como el Taijiqiu (Qigong del Balón de Tai Chi), el Tai Chi de los Bastones Taoístas (Tai Chi & Qi Gong Ruler), y la práctica del Gun (vara de tres metros de largo), así como ejercicios de Qigong Nei Dan (Alquimia Interna) como la meditación en la órbita microcósmica, entre otras ejercitaciones energéticas.

La Dan Tien Wénhùa (Cultura del Campo del Elíxir) más que un conjunto de prácticas es una manera de vivir, que permea toda la cotidianidad, desde la forma de sentarse hasta el tipo de actitud que tomamos ante las circunstancias de la vida. Forma una parte esencial del Xiu Lian taoísta, las disciplinas para el cultivo del ser, muchas de las cuales hacen énfasis en el cuidado de uno mismo, el nutrir la vida y el fortalecimiento de la salud.

El maestro Yang Jwing Ming ha señalado que en primera instancia, el empuje de manos es un Qigong que se realiza en pareja, y que el intercambio de energía resultante favorece la salud de los practicantes: “Si se quiere neutralizar la fuerza del contrario no se puede estar rígido, sino centrado, enraizado, y eso resulta muy beneficioso para la salud.” (“El compromiso de la divulgación”).

Desde el punto de vista de la medicina tradicional china, las enfermedades obedecen a una pérdida del balance, a desequilibrios y estancamientos del flujo de energía. Todo eso sucede, en resumidas cuentas, cuando perdemos el centro. Nuestro “centro” no es otro que el Dan Tien, que no sólo se corresponde con el centro de gravedad corporal y de la vitalidad en general, sino que es el centro de nuestro diseño existencial gravitatorio, cosa que podemos imaginar como la boca del manantial de lo que somos, de las fuerzas del ser que nos actualizan en la existencia y nos transforman desde dentro (destino). De modo que todo lo que converja en un “cultivo del centro” es, desde este punto de vista, altamente salutífero.

El Taijiquan es un arte marcial que por sus características es también una meditación en movimiento y una disciplina para la salud, entre otros aspectos destacables. Pero si el Tai Chi es mucho más que un simple arte de combate, lo es debido a que su forma de encarar la lucha consiste no en distanciarse y rechazar al otro, en crear ante el adversario una barrera de dureza, fuerza o velocidad, sino en abrirse al contrincante y formar un Tao con éste, una unidad de complementarios. Si un hombre cualquiera puede hacer Tao con alguien que lo agrede, que ejerce violencia sobre él, que desea lastimarlo y herirlo, ¿qué puede costarle hacer Tao con los demás seres humanos, con la naturaleza, con el cosmos todo? Ese camino que va hacia la posibilidad de armonía con el Otro y lo Otro, comienza realmente con la prácticas del empuje de manos.

Aunque el maestro Yang Jwing Ming ha afirmado la importancia del empuje de manos para la salud, también ha aseverado no sólo su relevancia en la comprensión de energías básicas que conforman la marcialidad del Taijiquan, sino su uso práctico en la defensa personal, conformando un conjunto de técnicas que pueden usarse en primera instancia para hacer frente y disuadir de continuar un conflicto a contrincantes poco peligrosos, como una forma de protegerlos a ellos también de lesiones graves, cosa a la que se les expone si se usan las aplicaciones inherentes a las técnicas de Tai Chi presentes en las formas, pues éstas son más contundentes y potencialmente más peligrosas para los oponentes.


Cátedra de Empuje de Manos
La Organización Nei Wai-Jia Venezuela ofrece cátedras de formación en tres estilos de Taijiquan: Chen, Yang contemporáneo y Sun. También tiene la Cátedra de Abanicos (Taijishan) donde principalmente se enseñan las formas contemporáneas de Taijishan de la maestra Yang Li y del gran maestro Li Deyin. Aunque existe la Cátedra de Abanico, eso no es óbice para que se enseñen formas (taolu) del arma de abanico en cada estilo. En el estilo Chen tenemos las formas 24 de abanico simplificado, la 48 de abanico y la 24 de competencia. En el Yang, la forma 42. En el Sun, la forma 24.

De igual manera, cada estilo de Tai Chi impartido en Nei Wai-Jia tiene sus propias prácticas de Tui Shou. Como antes hemos afirmado, las ejercitaciones de empuje de manos se parecen mucho en los diferentes estilos y en lo esencial buscan lo mismo, si bien difieren en algunos aspectos: detalles de ejecución, en intencionalidad y forma de concebir el combate, y en cuanto al tipo de programas de práctica y tiempo de inicio en las mismas. Así mismo difieren en algunas ejercitaciones que son propias sólo de un estilo, no perteneciendo al patrimonio común del Taijiquan.

La Cátedra de Empuje de Manos basa su programa en el estilo Yang contemporáneo, de modo que su creación redundará en una simplificación del programa de tui shou de la Cátedra de Yang. El programa de empuje de manos de la Cátedra homónima comienza con las técnicas de disco horizontal, disco vertical y disco plegable, para luego proseguir con la técnica de cuatro manos, la de abrir y cerrar brazos, cuatro manos y lu, kao, da lu, lu ji y ji kao. Luego los diferentes tipos de caminata que pueden acompañar a las diferentes técnicas, y, finalmente, con el aprendizaje del encadenamiento o forma de 13 movimientos de tui shou.

La Cátedra de Empuje de Manos estará a cargo del profesor Hernani Jiménez, quien hizo sus estudios en la materia con el profesor Orlando Acevedo Cárdenas, quien estudió en China con el maestro Huang Kang Hui, encargado de impartir la especialidad en la Universidad de Deportes de Beijing y quien fuera campeón de China en empuje de manos durante muchos años.

Algunos de nuestros profesores de Taijiquan y otras artes internas se han entrenado en empuje de manos con el profesor Hernani Jiménez y pueden dar fe de su dominio en la materia. Hernani Jiménez es uno de los profesores de Tai Chi venezolanos que cultivan con mayor profundidad la suavidad en la práctica del tui shou.

La Cátedra de Empuje de Manos tendrá su clase inaugural el venidero sábado 06 de mayo, en el horario de 11:30 a 12:30, en el terreno habitual de prácticas del las escuelas Nei Dan y Sieng Cheng, donde el profesor Hernani los introducirá en el conocimiento y práctica del umbral de acceso al “orbe oculto del Taijiquan”, el tui shou. 
Más informaciónNei Waijia Venezuela
Roberto Chacón

Notas:
*El maestro Li Deyin, el gran creador y organizador del programa de Taijiquan contemporáneo, desaconseja que el entrenamiento de empuje de manos se dé a principiantes y a personas que no lo deseen, que sólo se dé a aquellos que tengan vocación. Otros maestros, como Wang Fengming, opinan que debe darse con la forma o taolu, aunque se empiece primero por la forma. En resumidas cuentas, esa “cara oculta” de Taijiquan esconde tesoros que quizá no están al alcance de todos los practicantes, sólo de aquellos que quieran conocer y completar el Tao del arte.


**Por supuesto, un ojo entrenado y el conocimiento en los criterios fundamentales para apreciar el arte del Taijiquan, pueden observar en la ejecución de un taolu la expresión de las cualidades interiores del arte (suavidad, enraizamiento, movimiento integral, etc.). Pero ese conocimiento proviene, en buena medida, de la práctica constante del empuje de manos.